viernes, 31 de octubre de 2008

El basset como perro de caza
Su verdadera vocación es la liebre, pero se le puede emplear para cazar otras piezas como el conejo, corzo, el zorro o el jabalí (donde gracias al incremento de las poblaciones en los últimos años,  tiene enormes cualidades para ser utilizado como perro limier o de traílla.)





El Basset Hound es un perro que basa su trabajo en la potencia de su olfato, en su tenacidad y en la fortaleza de su ladrido.
Es capaz de tomar efluvios en días muy desfavorables y en terrenos muy malos donde ningún otro perro sería capaz.
Ha evolucionado para cazar a pie y con escopeta (salvo las líneas inglesas utilizadas para cazar a fuerza que desembocaron enharehounds o en bassets mixtos). Para ello debía ser lento, pues las presas se adaptan a la velocidad de su perseguidor y se pueden abatir con mayor facilidad. Además, un paso tan moderado permite que la pieza se agache numerosas veces durante la persecución y a corta distancia por lo que a menudo se deja ver cuando vuelve a saltar.


 Marcha siempre con el hocico pegado al suelo, con una búsqueda centrada, casi apática y constante. No realiza grandes rodeos para buscar emanaciones, más bien suele caminar cerca del conductor hasta toparse con algo que despierte su interés, por lo que no consigue peinar gran cantidad de terreno. A pesar de ello tiene a su favor el hecho de que es muy ordenado y minucioso y en los sitios que revise, no se dejará caza atrás.
No ha sido creado para cazar en zarzales ni en zonas demasiado tupidas de espinosa vegetación; su piel suelta le ofrece resistencia pero su fino pelo no. Como es pequeño, se desenvuelve bien en terrenos de sotobosque pero necesita la presencia de un efluvio, por mínimo que sea, para adentrarse en una mancha, pues no es un perro al que le desborde la pasión y tampoco dispone de una iniciativa tan grande como las razas de vandeanos o leonados puramente levantadoras.
Su manejo es fácil y el sabuesero podrá conducirlo de manera sencilla hacia los lugares de encame.
Trabaja los rastros fríos con mucho método (incluso a veces se para demasiado en pistas que no conducen a nada y de las cuales es complicado sacarle debido a su tozudez). Los anuncian mediante nerviosos movimientos de cola y con ladridos cavernosos, profundos y resonantes. Aunque su voz contenga indicios de aullido, el Basset Hound no es un heuler propiamente dicho (como los perros gascones), sino que es más bien un golpeador; un perro que habla mediante martillazos.
Con una jauría de bassets es posible hacer demandas largas; algunas pueden durar horas y es entonces cuando resulta inverosímil tal hazaña y surgen las dudas acerca de si se habrá producido o no  una sucesión de rastros enlazados.
En los momentos que preceden al levante, cuando se producen esas pérdidas momentáneas de rastro, el basset, aunque no muestra el ardor y la iniciativa de un griffón, sabe resolver con suficiente inteligencia, levantando la cabeza y cortando en diversos puntos hasta que hace saltar a la presa despacio y confiada. Es muy fácil abatir de salida cuando se caza con estos compañeros, pero el espíritu deportista del buen bassetero debe sobreponerse a tal tentación.
Durante la fase de persecución es donde demuestra su verdadero poder. Se vale de su providencial olfato y de su gran tenacidad. Marcha con una carrera pesada, constante. Dada su gran nariz, sus dosis de serenidad y su estructura de perro pegado al suelo (que le permite mantener un contacto permanente con el rastro), no persigue a empujones como ocurre con otros sabuesos ardientes y veloces. Incordia al perseguido y lo mantiene en movimiento dando vueltas en círculo en torno a sus querencias habituales. Es aquí donde radica su grandísima eficacia, pues la pieza confiada de sus posibilidades, no corre, sino que pasea, y romperá con calma y sin prisas en algún claro donde el cazador tiene pocas posibilidades de fallar, (aunque esto también acarrea una desventaja en aquellas manchas grandes y muy espesas, donde pueden pasar horas y horas hasta que la caza perseguida con tanta suavidad se decida a salir).
A pesar de que es un perro que trabaja siempre en contacto con sus compañeros y con su dueño al que se siente muy sometido, esta raza presenta una característica que la diferencia de otras que cazan en jauría. Cuando se hace trabajar en grupos de 5 o más perros, el basset tiene una predisposición natural para adueñarse de forma individual de la pista dejada por la pieza de manera que el paquete se enfila formando una colorida línea, mientras que por ejemplo un grupo de beagles, tendría aspecto de paraguas abierto. Esto puede ser debido a que ha sido creado y como tal ha evolucionado, para cazar en grupos de 2 a 4 individuos que iban peinando el terreno de manera que desde los tiempos en los que se les hizo cazar en grupos numerosos, su instinto de trabajo en sociedad todavía no ha tenido tiempo de consolidarse. Esto le permite resolver casi todas las pérdidas con firmeza, sin tener apenas que recurrir a grandes rodeos para dar de nuevo con la salida, pues si los perros punteros pierden el rastro, como cada compañero que le precede viene olfateando sobre la misma línea, inmediatamente confirmará en el sentido correcto permitiendo que los que antes corrían en punta se acoplen con mayor facilidad y ninguno quede rezagado del grupo.
Pero si la pérdida es importante y exige un gran rodeo, mientras que los perros puramente de jauría tienden a abrirse y cortar en grupo, el basset tiende a reorientarse de manera individual; cada uno hace su propio círculo, cubriendo más cantidad de terreno, hasta que la voz de uno de ellos anuncie la salida correcta. Aquí sí hay riesgo de que alguno quede descolgado, sobre todo si la distancia que los separa es muy grande. Los perros en este caso deberán hacer un esfuerzo extra para llegar y tomar de nuevo la punta.
Tiene gran resistencia, lo que permite al neófito disfrutar de muy largas faenas con piezas que aguanten lo suficiente. Con una liebre por ejemplo, suelen echar como media y en condiciones normales de 4 a 5 horas.
. La liebre a la Asturiana
En diferentes zonas del Norte peninsular, sobre todo en Asturias y Cantabria, donde la cultura sabuesera está más arraigada, se viene practicando durante años una forma muy peculiar de cazar la liebre con sabuesos. Gracias al marcado carácter territorial de la liebre, una vez es levantada, se deja marchar sin dispararle de salida, dando opción a que se defienda y a que los perros la persigan,  dejando que cumpla. En un momento u otro, la liebre acabará volviendo a sus querencias habituales, donde en una de esas vueltas será abatida. Es lo que se denomina vulgarmente cazar a vuelta.



. La caza a fuerza
            España, por su cultura y por sus características geográficas particulares, no es un lugar adecuado para la caza con jauría y sin escopeta. Tampoco el basset es el perro más apropiado para este fin. Pero cuando se sale a por liebres en días buenos, si las condiciones lo permiten y la persecución se prolonga de manera continuada y con muy pocas pérdidas, observaremos que la rabona comienza a hacer cada vez círculos más pequeños. Se va estresando porque ve como sus numerosos ardides no le sirven para eludir el lance. Comienza a agacharse en las matas más y más veces hasta que llega un momento en el que se deja atrapar en alguno de esos aplastamientos. Se dice entonces que la liebre ha sido forzada, aunque con esta raza no se puede hablar de un forzamiento puro, pues debido a su reducido tren de trabajo, no causan un agotamiento netamente físico como lo podría hacer por ejemplo una jauría de harriers. Los bassets hacen más bien un desgaste mental a su presa, por lo que lo más que forzar atrapan a su perseguida. Ocurre pocas veces y es un proceso que en nuestro país, se da con más frecuencia cuando se caza la lepus castroviejoi o liebre de piornal, por ser esta muy sensible mentalmente y más territorial. Lalepus granatensis o liebre ibérica tiene un aguante muy superior, con un área de campeo más grande y es muy complicado hacerla debilitarse. Es una especie que ha evolucionado más en condiciones hostiles.
. Adaptabilidad
            Su capacidad de adaptación a todo tipo de terrenos está de manifiesto. Cada terreno y cada tipo caza condicionan una línea de perros determinada. Los actuales bassets que cazan la liebre en las zonas húmedas del Norte, tienen más predisposición por los rastros fríos. Es evidente, pues son lugares con menos presencia de piezas y donde no se dispone de rastros de animales movidos porque estas son más reacias a abandonar los encames durante el día. El sabueso tiene que aprovechar las pocas oportunidades que se le presenten y debe para ello tener iniciativa, ser bueno marcando, acercando y levantando.
Los que cazan en zonas más secas, tienen un método diferente. Debido a las extremas condiciones, los rastros no se fijan con facilidad. Pero hay más caza y esta tiende a realizar más desplazamientos a lo largo del día. Aquí los perros resisten bien las altas temperaturas y ya no trabajarán tanto sobre rastros fríos, sencillamente, porque la mayor parte del año, no existen. Toman bien los rastros movidos y durante la persecución se muestran implacables, siguiendo muy bien la línea y siendo reticentes a tomar el cambio. Destacan de sobremanera en el seguimiento, poniendo mucha voluntad para remitir una y otra vez.
. Consideraciones
Todo en esta raza parecen ventajas, pero es necesario hacer una serie de consideraciones:
-         Cuando se hace trabajar en jauría debe hacerlo con perros de su misma especie y tren de andadura, pues su principal virtud se pierde cuando se le hace trabajar con perros de mayor velocidad.
-         Se pueden dar casos a veces de perros independientes, sin instinto de jauría, debido a las condiciones en las que ha evolucionado como sabueso.
-         Por su gran carácter y belleza se ha hecho un hueco como animal de compañía en muchos hogares y desgraciadamente como en muchas de las razas de los perros de caza actuales en demasiadas líneas prima la estética sobre el trabajo, con perros demasiado pesados, cortos de patas y con escasa pasión por la caza. Por eso cuando se desee adquirir un Basset Hound para cazar se debe prestar especial atención a sus progenitores.
-         Es un perro que aunque a edades tempranas puede mostrar su instinto de caza, hay que mimarle durante la fase de crecimiento, sin forzarle demasiado con duras jornadas y dándole un alimento de calidad, pues en su constitución hay gran cantidad de materia ósea.
-         Por su carácter de glotón necesita de paseos diarios si no queremos que engorde en exceso.
-         Es un perro muy sociable por lo que la convivencia con sus congéneres en perreras no presenta problemas, pero estas deben estar protegidas del exceso de humedad si se quieren evitar problemas de columna dada su conformación física.
En resumen creo que como sabueso este basset es un perro enorme para la liebre, pues hace que el trabajo de rastreo resulte muy placentero y sosegado, sin contratiempos y sin prisas. Además, el conductor vive de cerca todas las fases de la caza, dirigiendo la búsqueda, acompañando en el acercamiento, presenciando el levante a vista y corriendo en medio del paquete durante la persecución. Hace que el sabuesero se sienta sabueso, convirtiéndose en un componente más de la jauría.  


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